jueves, 30 de agosto de 2007

ANAHÍ


Ahora conozco y de cerca el milagro de la vida, hacen apenas dos semanas nació mi primer sobrina es algo tan maravilloso lo que se siente que no encuentro la manera de explicarlo.
No puedo dejar de preguntarme como pude pasar por alto la perfección que existe en la naturaleza.
Fueron necesarios, apenas nueve meses para que una personita tan perfecta se forme, despertando emociones muy distintas a las ya conocidas y tan hermosas a la vez, cuanta ansiedad en la espera,
cuanta alegría con su llegada y que felicidad al tomarla en mis brazos.
Hoy por fin logro comprender la pureza que pueden tener los sentimientos, la preocupación sin interés, la atención con entrega, el amor real.